Hollywood no puede olvidar a sus vampiros, y así nos lo demuestra con esta última entrega. Abigail nos presenta una premisa simple. Un grupo de secuestradores raptan a una niña adolescente, quien tiene una afición por el ballet. Solo para darse cuenta de que la niña es en realidad una vampira. Es así como este grupo de secuestradores profesionales se ven encerrados en una casa con una perfecta asesina. Y así se sirve la mesa para un espectáculo sangriento y cargados de muchos giros de trama. ¿Podrá alguien sobrevivir a la niña vampira sedienta de sangre?
Vamos por partes
Primer acto:
Como todo buen primer acto, se nos presentan a los personajes y su misión inicial, secuestrar a la hija de alta sociedad. La cinta no usa mucho tiempo en explicar la historia de cada uno de los secuestradores, sino que se apoya en cliches bien definidos en Hollywood como, la hacker adolescente, el hombre fuerte y tonto, el expolicía desconfiado, y nuestra protagonista, una mujer de ascendencia latina que al parecer solo es buena en detectar cosas obvias, y cuyo objetivo es mantener una comunicación amable con la niña secuestrada. Pasado unos minutos de la cinta, el director intenta darnos más información sobre los personajes en una escena donde juegan a adivinar el pasado de todos en el grupo criminal. Un recurso obvio, pero divertido, que si ves sin tanta expectativa, podría ser disfrutable. Lamentablemente para mí, que ya había visto el trailer y cuya historia inicial ya estaba completamente revelada por el mismo, causando que todo el primer acto se mi hiciera aburrido, no hay desarrollo de personajes, por lo que no conectas emocionalmente con ninguno, y la trama inicial es solo la misma historia del trailer.
Segundo acto:
Aca es donde la película funciona mejor, ya establecidos los personajes y la trama inicial, el director se da rienda suelta para jugar con ellos y hacer uso de la intriga y el gore. Sin afán de llenar esta crítica con spoilers, es el momento en la trama en que la gente empieza a morir, con secuencias de misterio y efectos bien logrados. Un punto bastante interesante fue el descubrir cual de todos los elementos de la cultura popular vampiresca, están presentes en este nuevo universo; estacas de madera, crucifijos, ajo. En este acto vemos a los protagonistas experimentar con cada uno de estos elementos, y viéndose ridículamente afectados por algunas de estas creencias. Y es justo en este punto cuando la cinta tiene tintes de comedia, abandonando el tono de acción y suspenso creados en el primer acto. Esto podría desencajar a algunos puristas, y es por ello que insisto en que la mejor forma de disfrutar esta cinta, es no tomarla muy en serio. Poder disfrutar de las escenas graciosas, satisfacer el morbo con el gore, y emocionarnos con la escena de acción, es todo lo que ofrece este segundo acto. Suficiente para entretenernos y desconectarnos de la rutina, algo que siempre podemos agradecerle a una película.
Tercer acto:
En este acto se eleva los elementos que funcionaron en el segundo acto. Llevando lo sangriento a proporciones absurdas, que podrían servir como un tipo de humor exagerado. Tenemos al menos 2 o 3 giros de trama, que desafían al espectador a intentar adivinar que sigue. Ya llegando al final, pareciera que abusan un poco de este recurso, siendo en mi opinion, más exitosa aquellas cintas que manejan un solo giro, uno bien hecho que deje a todos sorprendidos. Aca, por lo contrario, se optó por muchos giros un poco predecibles, pero disfrutables. En este acto podemos finalmente ver toda la naturaleza sombría de estos vampiros, sus habilidades y debilidades, lo que genera una dinámica interesante, donde el ratón se convierte en depredador. Este cambio de roles nos permite explorar otra faceta de los personajes, manteniendo la tension y el interés. Lamentablemente, ya al final la cinta se queda sin recursos. La pobre construcción de personajes, o de lazos emociónales que nos pongan en la piel de la protagonista, hace que el final se sienta un poco tedioso y alargado.
Veredicto Quefueso!
Abigail es una cinta entretenida, que sirve para desconectarnos de la rutina. No es una cinta que vaya a asustarte, o a matarte de risa. Pero si te sientas a verla con baja expectativa seguramente quedaras con ganas de ver una secuela. A veces el cine no tiene que ser perfecto, a veces solo debe ser entretenido, y a veces lo absurdo, entretiene.
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